Cuanto deberíamos aprender de ellos, cuanta falta nos hace su instinto…nuestra mente nos hace distintos, y quizás tanto peor nos hace…somos los Homo Sapiens, los supuestos seres pensantes…somos vanidosos incesantes que solo nuestros ego protegemos…y tan ilusos nos creemos, los dueños del universo.Ellos se paran en cuatro patas, y nos miran como con pena…no conocen la traición, desconocen la condena…solo piensan en jugar, para robarnos la sonrisa…por sus ojos corre a prisa, el amor que ellos nos tienen…son la más pura esencia, de cariño y de simpleza…se esfuerzan en sonreír, aun sintiendo tristeza…solo quieren una cosa, una simple y suave caricia…que sientan como una brisa que les inunda todo el alma. Son la paz y la ternura, son lealtad y son templanza…son tan solo cuatro patas, son la luz y la esperanza…
Cuanto daño nos hemos hecho, pensando solo en nosotros…deberíamos aprender a poder vivir por los otros…somos la cruel evolución, de un mundo que involuciona…somos almas sin un espíritu, un cuerpo que no reacciona…una mente que sigue un rumbo, hacia un mundo egoísta…una vida politeísta para explicar la incomprensión.
Ellos no hablan con Dios, quizás Dios les habla a ellos…que viven el atropello de nuestra horrible conducta…sintiendo como la fusta se les rompe contra el cuello...Ellos no saben hablar, las palabras son del viento…ellos son los sentimientos hechos pura realidad…ellos no dicen amor, ellos saben lo que es amar.
Y así sigue la evolución, hacia donde ni el hombre sabe…hoy no eres por lo que eres, hoy eres por lo que vales…Homo eróticus tal vez, o quizás ya Homo extintos…si Dios nos tenía un plan, seguro que era distinto…hoy el amor una palabra, hoy hablamos sin hablar…quizás deberíamos ladrar y dejar que ellos nos hablen.
Es que el perro es un amigo, que jamás te va a defraudar…ellos no dicen palabras, pero las sabrían respetar…juran fidelidad a costa de su propia vida…nosotros vendemos el alma, buscando alguna salida…
Han estado con nosotros, contemplando nuestras ruinas…quizás deberíamos mirar a esas almas caninas…aprender de su simpleza, y quererla compartir…aprender quizás jugando, el hermoso arte de vivir…aprender a dar amor, sin pedir nada a cambio…aprender que sin pensar, se puede ser muy sabio…aprender que ser valiente, es también saber llorar…y entender que con una lagrima, también se pude pelear.
Pero es así…hoy no queremos aprender, somos humanos…quizás somos animales, que pensamos que pensamos.
