Si puedes mantener intacta tu firmeza…cuando todos vacilan a tu alrededor.
Si cuando todos dudan, fías en tu valor…y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza.
Si sabes esperar y a tu afán poner brida. O blanco de mentiras esgrimir la verdad…
O siendo odiado, al odio no le das cabida. Y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey.
Si sabes esperar y a tu afán poner brida. O blanco de mentiras esgrimir la verdad…
O siendo odiado, al odio no le das cabida. Y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey.
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores.
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley...y los tratas lo mismo como dos impostores.
Si puedes soportar que tu frase sincera sea trampa de necios, en boca de malvados.
Si puedes soportar que tu frase sincera sea trampa de necios, en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adorada quimera y tornar a forjarla con útiles mellados.
Si todas tus ganancias poniendo en un montón las arriesgas; osado en un golpe de azar y las pierdes, y luego con bravo corazón sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.
Si te puedes mantener en la ruda pelea alerta el pensamiento y el músculo tirante para emplearlo cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que te dice adelante.
Si entre la turba das a la virtud abrigo.
Si todas tus ganancias poniendo en un montón las arriesgas; osado en un golpe de azar y las pierdes, y luego con bravo corazón sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.
Si te puedes mantener en la ruda pelea alerta el pensamiento y el músculo tirante para emplearlo cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que te dice adelante.
Si entre la turba das a la virtud abrigo.
Si no pueden herirte ni amigos, ni enemigos.
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado.
Si eres bueno con todos pero no demasiado...
Y si puedes llenar el preciso minuto en sesenta segundos de un esfuerzo supremo...
Y si puedes llenar el preciso minuto en sesenta segundos de un esfuerzo supremo...
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita...y lo que es más, serás hombre hijo mío....
(Rudyard Kipling).