
Israel mata niños persiguiendo hombres; destruye ciudades buscando fuertes; clama por paz fabricando guerras; pide justicia y mata a indefensos…pide piedad y bombardeando no perdona a quienes quizás le hayan ofendido. Israel se olvida de su pasado y siembra odio sobre el mundo. El rencor es tan profundo que solo vislumbra la muerte.
Una bomba acaba de caer sobre un blanco equivocado; miles de muertos ha provocado y hay heridos por doquier…no se puede creer que el hombre se mate a sí mismo; clamando por libertad e imponiendo dependencia.

Se desangra este puto mundo por la culpa de los más fuertes; el chico le reza a Dios y solo le ruega por suerte; mañana quiere despertarse y haberse salvado al menos hoy de la muerte.
A.M.I.A, la Embajada, el Führer, el Holocausto, las cámaras de gas, las torturas, las guerras, la muerte, Auschwitz, Dachau, Buchenwald, el nuevo orden… ¿Qué pasa con el pasado que ya nadie lo recuerda? ¿No sufrimos bastante como para quererlo repetir? La historia vomita ante nosotros y se retuerce de tristeza al ver que somos los mismos y que no hemos cambiado. El hombre si volviera al pasado, volvería a probar esa manzana.

Nos perdemos en las ciudades que construimos para encontrarnos; nos morimos en las ganas de matarnos; nos asesinan las armar creadas para cuidarnos; nos enferman las toxinas que descubrimos para salvarnos; causan hambre las maquinas que inventamos para alimentarnos…en el balance de lo hecho, solo cosechamos fracasos.
Hoy la muerte grita “guerra” y la vida hoy tan exhausta, ya no puede gritar “paz”. La vida expira en medio oriente…donde David hoy es Goliat.
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