Se nos van las ganas de pelear por lo que queremos, de gritar al viento que ser feliz no es tan difícil, se nos van las ganas de pensar que lo somos y no nos damos cuenta. Se van corriendo las lágrimas que hemos derramado por amor, dejando un corazón endurecido y que jura y perjura nunca volver a enamorarse.
Se van los viejos sin ser reconocidos y quedamos los jóvenes que nos quejamos por no tener buenos ejemplos. Se van llorando los valores que no hemos sabido aprender. Se va la historia cada vez más ligera de ropa, ya que cada vez hay menos cosas por contar. Se va el día que se siente desplazado por las obligaciones…se van…todos se van y nosotros cada día nos quedamos más solos.
Se van los buenos ejemplos y llegan las inundaciones de pornografía; se fue hasta Dios echado por el avance del raciocinio. Se van las iglesias en busca de fieles que sí quieran comprar las parcelas de eternidad que ellas venden. Se va el domingo en familia resentido porque hemos preferido el dormir hasta las tres, al asadito con los viejos; se van las mañanas y las tardes porque elegimos a la noche…y se va también la noche ya que tampoco sabemos vivirla.
Se van las vírgenes que se cansaron de conservarse para que nadie las valore; se van los castos detrás de las vírgenes que emigraron; y hasta los promiscuos ya no están, se han ido a convencer a las vírgenes titubeantes. Se va la vida mientras parpadeamos y hasta la muerte se nos niega con el avance impetuoso de la ciencia.
Se van las ganas de progreso obnubiladas por el avance de los planes trabajar; se va la solidaridad ahuyentada por la magnitud del egoísmo. Se van las buenas intenciones y con ellas los buenos actos. Se va la muerte ya que nos dice que lo que tenemos no merece ser llamado vida. Se van…todos se van y nosotros cada día nos quedamos más solos.
Se va la abundancia desplazada por el hambre; se va la tierra que ya no encuentra lugar ya que todo es soja; se van los ríos y las montañas buscando los valles prometidos. Se fue hasta el diablo temeroso de no poder contener tanta maldad que hoy nos gobierna.
Se fueron “día”, “mes” y “año”, ya que entienden que la historia se detuvo el día que el hombre dejo de avanzar. Se fue con ellos la alegría, y hasta la tristeza nos ha dejado solos…ya que como zombis vemos las cosas pasar sin hacer nada por ellas. Cada vez estamos más solos y cada vez tenemos menos. La cultura del “soy cuanto más tengo” parece haber venido para quedarse.
Y así cada día mas solos…las cosas se nos van y nosotros sin darnos cuenta; se nos va hasta el alma y no nos percatamos…somos lo que nos merecemos ser…simplemente nada.
Se van los viejos sin ser reconocidos y quedamos los jóvenes que nos quejamos por no tener buenos ejemplos. Se van llorando los valores que no hemos sabido aprender. Se va la historia cada vez más ligera de ropa, ya que cada vez hay menos cosas por contar. Se va el día que se siente desplazado por las obligaciones…se van…todos se van y nosotros cada día nos quedamos más solos.
Se van los buenos ejemplos y llegan las inundaciones de pornografía; se fue hasta Dios echado por el avance del raciocinio. Se van las iglesias en busca de fieles que sí quieran comprar las parcelas de eternidad que ellas venden. Se va el domingo en familia resentido porque hemos preferido el dormir hasta las tres, al asadito con los viejos; se van las mañanas y las tardes porque elegimos a la noche…y se va también la noche ya que tampoco sabemos vivirla.
Se van las vírgenes que se cansaron de conservarse para que nadie las valore; se van los castos detrás de las vírgenes que emigraron; y hasta los promiscuos ya no están, se han ido a convencer a las vírgenes titubeantes. Se va la vida mientras parpadeamos y hasta la muerte se nos niega con el avance impetuoso de la ciencia.
Se van las ganas de progreso obnubiladas por el avance de los planes trabajar; se va la solidaridad ahuyentada por la magnitud del egoísmo. Se van las buenas intenciones y con ellas los buenos actos. Se va la muerte ya que nos dice que lo que tenemos no merece ser llamado vida. Se van…todos se van y nosotros cada día nos quedamos más solos.
Se va la abundancia desplazada por el hambre; se va la tierra que ya no encuentra lugar ya que todo es soja; se van los ríos y las montañas buscando los valles prometidos. Se fue hasta el diablo temeroso de no poder contener tanta maldad que hoy nos gobierna.
Se fueron “día”, “mes” y “año”, ya que entienden que la historia se detuvo el día que el hombre dejo de avanzar. Se fue con ellos la alegría, y hasta la tristeza nos ha dejado solos…ya que como zombis vemos las cosas pasar sin hacer nada por ellas. Cada vez estamos más solos y cada vez tenemos menos. La cultura del “soy cuanto más tengo” parece haber venido para quedarse.
Y así cada día mas solos…las cosas se nos van y nosotros sin darnos cuenta; se nos va hasta el alma y no nos percatamos…somos lo que nos merecemos ser…simplemente nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario