Como cuesta mantenerse del lado correcto del camino. Solo con ser distinto ya es difícil, como lo será además oponerse al tsunami de las masas. El diablo y el Señor juegan al truco con nuestras vidas hechas cartas, y se burlan de la libertad dejándonos decidir.
Como cuesta defender los principios grabados a fuego por nuestros mentores. La libertad se pone en jaque cada vez que nos preguntamos si nuestra decisión fue correcta.
En un mundo donde el agua más clara está podrida; donde el cielo se contamina de malas intenciones; donde el aire está enviciado de odio y muerte…solo nos queda buscar, al borde del camino, una flor que nos devuelva la alegría. Pensando que "en cada flor hay un instante, donde la vida se desnuda". Serán pequeñas las recompensas por marchar por el sendero correcto; pero de seguro valdrán la pena.
Las verdades que me dijeron hoy las hice mentiras; las mentiras que eran blasfemias hoy las defiendo como verdad…y otra vez mi libertad que me reprocha ¿Por qué me cambié de camino? Otra vez me torturo pensando cual era el lado correcto; y solo la razón es la que me contesta. La conciencia es la mejor de las consejeras, y las ideas aunque pueden cambiar, siempre serán solo ideas.
La filosofía y la verdad se emborrachan con palabras lindas y problemas insolucionables; el origen del cosmos, y saber hacía donde nos dirigimos nos ocupa el tiempo para pensar ¿En donde estamos ahora? El mal y bien son las caras de la moneda de la vida, y quiero pensar que no es el azar el que decida con cual jugar. El bien y el mal son partes del camino…solo hay que saber por donde caminar.
Hay que resistir aunque el juego esté terminado, aunque las salidas estén clausuradas; aunque levantarse después de caer sea cada vez más difícil; aunque vivir nos desgarre hasta los sueños; aunque el enemigo sea yo mismo……En el final de los recuerdos; cuando la vida diga basta; cuando ya muertos nos dispongamos a gritar; cuando el ahogo sea asfixia…en ese momento una flor nos recompensará todos los golpes que nos dieron, y en ella sabremos que todo lo anterior: valió la pena.
Como cuesta defender los principios grabados a fuego por nuestros mentores. La libertad se pone en jaque cada vez que nos preguntamos si nuestra decisión fue correcta.
En un mundo donde el agua más clara está podrida; donde el cielo se contamina de malas intenciones; donde el aire está enviciado de odio y muerte…solo nos queda buscar, al borde del camino, una flor que nos devuelva la alegría. Pensando que "en cada flor hay un instante, donde la vida se desnuda". Serán pequeñas las recompensas por marchar por el sendero correcto; pero de seguro valdrán la pena.
Las verdades que me dijeron hoy las hice mentiras; las mentiras que eran blasfemias hoy las defiendo como verdad…y otra vez mi libertad que me reprocha ¿Por qué me cambié de camino? Otra vez me torturo pensando cual era el lado correcto; y solo la razón es la que me contesta. La conciencia es la mejor de las consejeras, y las ideas aunque pueden cambiar, siempre serán solo ideas.
La filosofía y la verdad se emborrachan con palabras lindas y problemas insolucionables; el origen del cosmos, y saber hacía donde nos dirigimos nos ocupa el tiempo para pensar ¿En donde estamos ahora? El mal y bien son las caras de la moneda de la vida, y quiero pensar que no es el azar el que decida con cual jugar. El bien y el mal son partes del camino…solo hay que saber por donde caminar.
Hay que resistir aunque el juego esté terminado, aunque las salidas estén clausuradas; aunque levantarse después de caer sea cada vez más difícil; aunque vivir nos desgarre hasta los sueños; aunque el enemigo sea yo mismo……En el final de los recuerdos; cuando la vida diga basta; cuando ya muertos nos dispongamos a gritar; cuando el ahogo sea asfixia…en ese momento una flor nos recompensará todos los golpes que nos dieron, y en ella sabremos que todo lo anterior: valió la pena.
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