jueves, 24 de julio de 2008

NIETZSCHE.

Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.

El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.

La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.

Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.

Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos".

La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.

Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.

Tener fe significa no querer saber la verdad.

No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.

Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.

En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.

La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.

El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.

Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.

En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.

El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.

El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una larga estupidez.