ANCLADOS AL PASADO

Mientras el hambre se esparce por el mundo y crece como niño amantado con la mejor leche materna…nosotros seguimos discutiendo si el uso del preservativo conduce o no al infierno. Y si nuestro Dios en su discurso de hace 5769 años veía correcto o no, la planificación familiar.
Mientras el HIV se burla de nosotros como el más prófugo de los delincuentes; mientras el SIDA devora sus víctimas desde el adentro…nosotros seguimos discutiendo de si el látex es lo suficientemente seguro como para evitar el contagio. Y más aun pregonando desde discursos ortodoxos y hasta imaginarios que la virginidad y el "no ponerla" es el remedio más efectivo contra el avance de la enfermedad de los promiscuos.
Mientras ese marido golpeador se retuerce de cizaña contra las mejillas de su víctima…nosotros discutimos si lo que Dios unió en el cielo puede ser separado en la tierra por mortales.
El novio discute hasta el hartazgo con su amada, para discernir si mantener sexo oral es más o menos pecaminoso que tener directamente relaciones sexuales. Los actos impuros no vinieron clasificados por gravedad, ni tampoco están estadificados para que el pecador conozca concientemente lo permitido de su acción.
La ciencia y el pensamiento clerical van ya por el round 2009; la pelea es por ya dejar de oponerse los unos a los otros, y manejar la tolerancia y el libre pensamiento. La clonación y los avances en genética esperan ansiosos la resolución, para que la humanidad avance de la mano del hombre y ya no esté anclada al medioevo.
Mientras los ortodoxos conservan sus costumbres a raja tabla y los liberales se esfuerzan por ridiculizar a los primeros; el mundo está parado en un mar de idas y vueltas que no lleva a ningún lado. Están los que hoy son lo que fueron y también están los que no son, por miedo a ser algo distinto.
Mientras discutimos si Jesús murió en la cruz a los 33 años, o en realidad todo fue una farsa para ocultar a la hija del hombre devenido en Dios…todos nos olvidamos del verdadero mensaje de ese mensajero que era “amarás a tu prójimo como a ti mismo”; “no verás la paja en el ojo ajeno”; “no arrojarás piedras si no estás limpio de pecado”. Todos nos olvidamos de todo y debatimos para nunca dejar de debatir. Pareciera que lo importante es no avanzar y seguir anclados a tiempos oscuros y sin destino.
Mientras nosotros discutimos la naturaleza nos dice “basta”; el mundo dice “basta”; hasta Dios nos dice “basta”; que el camino está hacia delante y la vida jamás retrocede.

“En memoria de los que quisieron avanzar y no los dejaron.”