Quiero ser una palabra; un algo que sea más que una cosa y menos que una necesidad; ser tu locura y la cordura que te haga volver siempre a tu razón. Quiero caminar a compás del corazón que se derrite si lo mimas y se acelera cuando lo ves.
Quiero ser un alma libre en las madrugadas junto a vos, y ser fiel aunque se me tire la luna. Engañarte con mis deseos de tenerte mas seguido; revolcarme a tus espaldas con mis ganas de recorrerte. Y serte infiel con el lobo que llevo dentro y también conquistaste.
“Quiero ser el verbo puedo”…y demostrarte que no hay fronteras, ni laderas que no pueda escalar para tan solo besarte; veranear en los pliegues de tu piel y tomarme eternas vacaciones con tus ideas mas locas. Hamacarme con tus cabellos y que tu aroma me haga sentir en casa.
Quiero dormir a la derecha tuya; amar como loco esa cintura para dejar volar esta locura de tenerte cada vez que me despierte. Ser refugio de tus sonrisas y el guardaespaldas más celoso de tus tormentos; ser gladiador y en la arena del coliseo dejarme vencer por tu sonrisa.
Quiero caminar entre tus besos y gambetear tus locas preguntas que te convierten en la mujer más celosa del mundo. Darte las respuestas que no queres oír pero que tu condición de mujer te impide ignorar…aun si la respuesta no te convence. Mentirte una y otra vez para siempre decirte la verdad; engañarte siéndote fiel; hablarte estando en silencio; escucharte sin oírte; quererte sin saber que lo estoy haciendo.
Ser el emigrante de tu cuerpo y sentir que no puedo vivir sin él, para así volver de donde me fui y saber que no puedo estar lejos. Viajar cada vez menos al pasado, para vivir a tu lado caminando siempre hacia un futuro que nos sorprenda amarrados, a la locura de amarnos aun entre el mar de dudas de la vida.
Quiero enfrentarme a la luna y decirle que ya no podré ser de ella; que me dio las mejores noches de soledad extrema, en donde acompañado siempre estaba solo. Decirle que le agradezco las mil historias que me dejará relatar a mis nietos; pero que hoy solo hay una historia a escribir y que las demás son solo parte de un todo llamado “Antes”.
Quiero hacer salvas a mi libertad e invitarla a una cena con nosotros; reírme de la vida siempre que me deje compartirla y regalarte un mar de deseos y proyectos a cumplir tan solo si está historia merece escribirse.
Quiero morirme a la derecha tuya; despedirme de tu voz con un “no te apures que te espero”; y saber que esta locura de amarte puede transformarse en la razón más lógica de mis pensamientos.
Quiero ser un alma libre en las madrugadas junto a vos, y ser fiel aunque se me tire la luna. Engañarte con mis deseos de tenerte mas seguido; revolcarme a tus espaldas con mis ganas de recorrerte. Y serte infiel con el lobo que llevo dentro y también conquistaste.
“Quiero ser el verbo puedo”…y demostrarte que no hay fronteras, ni laderas que no pueda escalar para tan solo besarte; veranear en los pliegues de tu piel y tomarme eternas vacaciones con tus ideas mas locas. Hamacarme con tus cabellos y que tu aroma me haga sentir en casa.
Quiero dormir a la derecha tuya; amar como loco esa cintura para dejar volar esta locura de tenerte cada vez que me despierte. Ser refugio de tus sonrisas y el guardaespaldas más celoso de tus tormentos; ser gladiador y en la arena del coliseo dejarme vencer por tu sonrisa.
Quiero caminar entre tus besos y gambetear tus locas preguntas que te convierten en la mujer más celosa del mundo. Darte las respuestas que no queres oír pero que tu condición de mujer te impide ignorar…aun si la respuesta no te convence. Mentirte una y otra vez para siempre decirte la verdad; engañarte siéndote fiel; hablarte estando en silencio; escucharte sin oírte; quererte sin saber que lo estoy haciendo.
Ser el emigrante de tu cuerpo y sentir que no puedo vivir sin él, para así volver de donde me fui y saber que no puedo estar lejos. Viajar cada vez menos al pasado, para vivir a tu lado caminando siempre hacia un futuro que nos sorprenda amarrados, a la locura de amarnos aun entre el mar de dudas de la vida.
Quiero enfrentarme a la luna y decirle que ya no podré ser de ella; que me dio las mejores noches de soledad extrema, en donde acompañado siempre estaba solo. Decirle que le agradezco las mil historias que me dejará relatar a mis nietos; pero que hoy solo hay una historia a escribir y que las demás son solo parte de un todo llamado “Antes”.
Quiero hacer salvas a mi libertad e invitarla a una cena con nosotros; reírme de la vida siempre que me deje compartirla y regalarte un mar de deseos y proyectos a cumplir tan solo si está historia merece escribirse.
Quiero morirme a la derecha tuya; despedirme de tu voz con un “no te apures que te espero”; y saber que esta locura de amarte puede transformarse en la razón más lógica de mis pensamientos.
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