Si pudiera envejecer trataría de no ocultarlo; de mostrar mis años como trofeos de experiencia; de encontrar en cada arruga una anécdota que me haga sonreír; de no tener memoria más que para los buenos momentos; de acariciar mi pelo blanco y aun sentirme un atorrante como a los 20…si pudiera envejecer seria un viejo orgulloso de su vejez.
Si pudiera volver el tiempo atrás quisiera no equivocarme tanto, pero de ninguna manera intentaría corregir esos errores que me hicieron aprender a ser lo que hoy soy. Caminaría esos caminos en los que caí, pero con más cuidado; gritaría menos para no aturdirme, hablaría menos para escuchar más, reiría más y pensaría menos. Si pudiera volver el tiempo atrás de seguro repetiría la misma historia.
Si supiera la fórmula para ser feliz no la aplicaría, ya que la felicidad no puede ser eterna como tampoco lo puede ser la vida. El que siempre es feliz se pierde del maravilloso momento de alegrarse luego de tiempos malos.
Si pudiera hablar con Dios no pararía de bombardearlo con “¿porques?”; ¿Por qué hambre para algunos y tanta abundancia para otros? ¿Por qué las injusticias se resuelven al final de la historia y no en el presente, donde los oprimidos puedan sentir que los malos tienen su merecido? ¿Por qué el diablo está ganando la batalla? ¿Por qué tantos siglos de silencio si sería tan fácil hablarnos? ¿Por qué pedirnos fe y no darnos realidad? ¿Qué tan grande es lo eterno que vale tanto sufrimiento?...si pudiera hablar con Dios creo que simplemente escucharía.
Si pudiera elegir en que tiempos nacer sin duda no elegiría este…donde el justo es un salame; donde el ideal es algo efímero; donde lo verdaderamente efímero es concreto. Tiempos en donde el sexo se coje cada noche al amor; donde el amor muere diariamente a manos del engaño…si pudiera elegir en que tiempos nacer: elegiría el futuro; ya que es el único tiempo en el que aun hay posibilidades para mejorar.
Si pudiera revivir no pensaría todo tanto…diría más “te quiero” a quienes por miedos tontos no se los decía; viajaría menos cargado y volvería repleto de equipaje en forma de recuerdos; me mojaría los días de lluvia; me broncearía hasta los pulmones los días de calor. Caminaría más descalzo; me reiría mucho más; amaría sin restricciones; cantaría por las calles sin miedo al “que dirán”; honraría a mis padres día y noche; sería más libre de lo que fui…si pudiera revivir no reviviría, ya que la muerte hoy me abraza y desde hoy aprenderé como es vivir, después de haber estado vivo.
Si pudiera volver el tiempo atrás quisiera no equivocarme tanto, pero de ninguna manera intentaría corregir esos errores que me hicieron aprender a ser lo que hoy soy. Caminaría esos caminos en los que caí, pero con más cuidado; gritaría menos para no aturdirme, hablaría menos para escuchar más, reiría más y pensaría menos. Si pudiera volver el tiempo atrás de seguro repetiría la misma historia.
Si supiera la fórmula para ser feliz no la aplicaría, ya que la felicidad no puede ser eterna como tampoco lo puede ser la vida. El que siempre es feliz se pierde del maravilloso momento de alegrarse luego de tiempos malos.
Si pudiera hablar con Dios no pararía de bombardearlo con “¿porques?”; ¿Por qué hambre para algunos y tanta abundancia para otros? ¿Por qué las injusticias se resuelven al final de la historia y no en el presente, donde los oprimidos puedan sentir que los malos tienen su merecido? ¿Por qué el diablo está ganando la batalla? ¿Por qué tantos siglos de silencio si sería tan fácil hablarnos? ¿Por qué pedirnos fe y no darnos realidad? ¿Qué tan grande es lo eterno que vale tanto sufrimiento?...si pudiera hablar con Dios creo que simplemente escucharía.
Si pudiera elegir en que tiempos nacer sin duda no elegiría este…donde el justo es un salame; donde el ideal es algo efímero; donde lo verdaderamente efímero es concreto. Tiempos en donde el sexo se coje cada noche al amor; donde el amor muere diariamente a manos del engaño…si pudiera elegir en que tiempos nacer: elegiría el futuro; ya que es el único tiempo en el que aun hay posibilidades para mejorar.
Si pudiera revivir no pensaría todo tanto…diría más “te quiero” a quienes por miedos tontos no se los decía; viajaría menos cargado y volvería repleto de equipaje en forma de recuerdos; me mojaría los días de lluvia; me broncearía hasta los pulmones los días de calor. Caminaría más descalzo; me reiría mucho más; amaría sin restricciones; cantaría por las calles sin miedo al “que dirán”; honraría a mis padres día y noche; sería más libre de lo que fui…si pudiera revivir no reviviría, ya que la muerte hoy me abraza y desde hoy aprenderé como es vivir, después de haber estado vivo.
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