miércoles, 14 de octubre de 2009

HABLEMOS

Hoy discutimos sobre si Diego es D10S o si Messi juega, o no, a media máquina; hoy discutimos la ley de medios que solo afecta a Clarín o perjudica a Kirchner; hoy hablamos de Matías Ale y la Alfano; hoy hablamos del mundial, de Uruguay y del “Loco” Bielsa.
Hoy hablamos de la superficialidad de lo superfluo, y callamos esas cosas que duelen al hablarlas. Hoy callamos y somos cómplices de aquellos que no quieren que hablemos.
La argentina es capital; es un partido de las eliminatorias; es Giordano y los pelos al viento; es Zulma Lobato y Jacobo; es Nito y Cherutti; es Tinelli y Pergollini; es y a la vez no es nada.
Duele saber que mi Argentina tiene hambre; que miles de chicos hoy tendrán frío al ir a acostarse; que la Argentina se enfrenta a la Argentina en los asaltos, en las peleas de futbol, en las represiones policiales…hoy duele saber, pero más duele no hablar.
Se secan las lágrimas de los incomprendidos al no ser escuchadas; la droga no es una adicción, sino un escape a esta realidad que mata a quienes la padecen. La muerte visita el norte argentino y se lleva almas que, por vivir en el lejano norte, nadie reclama. La pobreza es realidad en mi país, en nuestro país. Los niños lloran un futuro lleno de miseria; lloran sabiendo que a muchos los espera una bala que les impedirá llegar a la adolescencia; lloran por no tener lo que otros tienen; lloran, sin derechos, a un país que los mira como de lejos…para capital eso no es Argentina.
El agua solo la beben los afortunados en esa Argentina que desconocemos; la luz solo es a velas en ese norte tan lejano. Solo la luna es testigo de esas noches de desamparo en el “Impenetrable”; los animales son personas en mi país Toba; el futuro solo es pasado, para mis hermanos pobres…el presente es solo resignación. Como duele saber que hoy voy a dormir calentito, mientras un argentino morirá de frío.
Celulares, play stations, Internet, notebook, facebook, nedbook, y tantas cosas que necesitamos para vivir en capital. Mi país en cambio necesita agua, luz, remedios, una escuela, un profesor, un baño digno, bañarse, dormir, comer, salud, trabajo, calzado, frazadas, camas, mesas, sonrisas, caricias, besos, aplausos, ganas, médicos, gente. Mi país necesita lo que la capital tiene y no valora…sin embargo en mi país flamea la celeste y blanco todos los días; se la isa y se la siente nuestra cada mañana. Mi bandera no es un mundial, ni es D10S, ni es Messi, ni es capital…mi bandera es Argentina.
Como duele tener dos países…y no hablo de horarios, ni leyes “k”, ni de Fernández, ni de Cristinas. Hablo de dos realidades que viven y mueren en el mismo momento; ambas son verdad y ambas son mentira. El hambre y la ambición; la miseria y la codicia; el frío y la calefacción; la UAI y la escuelita rural; los Jeans y el guardapolvo blanco (que aunque sucio es tan digno que es más blanco que la luna); la maestra y el catedrático; el Shopping y la tapera; la salud y la enfermedad; la ostentación y la humildad; el interior y capital; el egoísmo y la solidaridad.
Todos tenemos la culpa; todos somos culpables… ¿Qué esperamos para hablar? ¿Qué esperamos para ponernos a hacer? ¿Qué esperamos para tendernos una mano los unos a los otros? ¿Qué esperamos para darnos cuenta que solo avanzamos si lo hacemos TODOS y JUNTOS? ¿Nos tenemos que hundir para reaccionar? Bueno, ya nos hundimos… ¿Qué más vamos a esperar? La Argentina se muere, y con ella nos estamos muriendo todos… ¿Qué esperamos para hablar?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente texto. Ojala más gente pensara como vos. Tendrias que hacer más publico estas cosas que escribis. Te felicito .
Saludos.