“Y
como sangra y no es el culo. Sino el que sangra y se retuerce es el gran culo
de este mundo"…como si ya nada importara. El espacio se atormenta en la
inmensidad y cada día vivimos más reducidos en nuestros propios adentros. Y les
aseguro que no es introspección, sino la mayor superficialidad de lo superfluo;
y así embebidos de nuestros adentros somos nuestros mayores desconocidos.
El amor agoniza en un abrazo lleno de calor y expira debajo
de sábanas de seda que solo acogen un momento lleno de falta de contenido. El
amor se fue con nuestras primaveras felices, y el frío de nuestras vidas nos
inundó de momentos efímeros, intrascendentes y superfluos que algunos confunden
con felicidad.
Mientras algunos buscan irse lo más lejos que puedan a
lugares remotos y desconocidos por el hombre; otros muerden el polvo de un
mundo que solo divide y confronta. Donde los ricos ignoran a los pobres y estos
últimos se repletan de remordimientos contra los primeros…y así la batalla
entre el arriba y el abajo se hace eterna y se equipa de resentimientos. Si
supieran que “como es arriba…es abajo” como sería todo distinto.
La libertad, la igualdad y la fraternidad son, hoy en día,
solo palabras bonitas promulgadas por algunos locos que imaginaban un mundo
distinto. La revolución se promociona por whatsapp; los ideales se contagian por
facebook y la adrenalina de perseguir la libertad es algo que solo le pasaba a
locos como Guevara, o a un tal Luther King o a este tal Mandela.
La idiotez del mundo engaña tanto que el camino correcto
paso de moda, y se hizo “top” el atajo de la vagancia y las cosas erróneas
llenas de nada. Hoy se cobra por no trabajar y solo trabajan esos que,
tildados de antiguos, aún defienden el viejo precepto de: “te ganarás el pan
con el sudor de tu frente”.
Increíblemente, gracias a los “k”, o a los “gorilas
eunucos”, o a los castaños y tibios de la intrascendencia política de nuestro
país…se pusieron de moda los saqueos. Y no vayamos a pensar que se roba
para comer…naaaa…se roba por el deseo bajo de aprovecharse del que tiene “un
poco más”; y para, emborrachados de políticas desestabilizantes; sacar una ruin
ventaja de la situación, a costas de un hermano, que sí trabaja para vivir.
¿Hasta cuando? ¿Cuándo dejaremos de ser tan criollos
porongudos y empezaremos a pensar en el progreso conjunto como país? ¿Cuándo
diremos argentina, sin vergüenza? ¿Cuándo nos olvidaremos del clientelismo y
todos propugnemos por el trabajo diario y arduo? ¿Cuándo pensaremos en todos y
no solo en uno mismo? ¿Cuándo seremos un país serio?......¿Cuándo. Garrik
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