Querido Dios:
Te escribo desconcertado, te escribo sin entender, sin hallar tantos “¿Por qué?”, sin comprender tus motivos…te escribo para obtener una respuesta. Una señal que me haga seguir sin claudicar, una respuesta a tanta preguntas sin consuelo...un “algo” que me haga dejar de no entender. ¿Dónde estás mientras el mundo se obnubila con la pornografía y el perverso sexo toma cuerpo ante el amor; al punto de hoy estar ganando la batalla? ¿Dónde estás mientras el mundo vive en guerra y el chico agoniza por la prepotencia del grande? ¿Dónde estabas la noche de ese invierno en la que tanto te necesite? ¿Dónde estabas en esas noches en las que tanto lloré? ¿Donde estabas cuando mi alma se desgarraba bajo el castigo de la tortura? ¿Dónde estas cuando te buscaba ya desesperado anhelando tu ayuda? ¿Dónde estabas Dios…Donde?
Crecí creyendo que siempre estabas al lado mío…crecí engañado creyendo que si alguna vez te necesitabas estarías ahí dispuesto a socorrerme…crecí pensando que me amabas…y hoy tan triste y sintiéndome tan solo…me doy cuenta que no estás. ¿Por qué Dios…porque?
Querido hijo:¿Te acordás ese día de tormenta mientras llorabas, solitario y a escondidas, después de aquel gran fracaso? ¿Te acordás que se arrimó tu perro y al abrazarlo sentiste que aunque sea, por su compañía, no estabas tan solo? Yo estaba en él…y esa noche lloré al lado tuyo y sentí cada lágrima como propia. ¿Te acordás que te llamó un amigo para pedirte un pantalón; y de paso le contaste casi sin quererlo tus angustias? Yo estaba en él y en cada consejo que el te decía… ¿Te acordás de esa noche de invierno en la que tanto sufriste? Yo caminaba a tu lado, abrazándote y sufriendo por las barbaridades que cometen los hombres, haciendo uso de las libertades que yo les di. Yo estuve con vos, y aun estoy cada vez que recordás ese invierno. También es mía esa herida que aun sangra desde tu interior.
Hijo…yo mastico broncas igual que vos; lloro en tus lágrimas junto a vos; a veces siento odio como vos; sufro en tus penas y hasta a veces me reprocho tanto como me lo haces vos.Cuando sentís que estás caído y que la vida sigue “como si nada” a tu alrededor…es porque yo llevo tu alma en brazos para que no pierdas envión. Soy yo el que está sosteniendo el mundo a tu alrededor, para que cuando te repongas no sientas que el tiempo pasó. Soy yo el que cada noche, arrodillado y a tus pies, cuido tu alma hoy enferma…y arropo a tu corazón."No me busques a lo lejos…estoy en las cosas simples, en un beso, en una flor; estoy siempre a tu llamado…estoy siempre junto a vos."
"Te amo y aunque lo dudes…acude a mí que siempre estoy"
