Que sea verdad que en cada navidad un Papá Noel visite a cada niño en cada rincón del mundo; que sea verdad que es en el final de la historia donde las sonrisas son eternas; que sea verdad que la cura del sida esta tan cercana como el cielo de Dios.
Que sea verdad que ya no gritamos, sino que todos nos oímos. Que el silencio ha ganado la batalla al escándalo; que el pobre sea tan rico como el más rico y que el rico sea así de pobre como el más pobre. Que sean verdad todas aquellas mentiras que nos dijeron para ilusionarnos.
Que sea verdad que amar eternamente es posible y que ni la muerte puede apagar el fuego de los enamorados; también eso que dicen que si amas de verdad el amor trasciende las tinieblas y que el moribundo entra con miedo a la nada, agarrado de la mano de su amada…con fe, sin temor y diciendo “acá no termina la historia, esto es un hasta luego; que promete continuar”.
Que sea verdad que desaparecerá el hambre y ya ningún niño lo padecerá; que sea cierto que las guerras dejarán de ser y el mundo vivirá eternamente en paz. Que sea cierto eso de que el mundo volverá a ser hermoso como una vez lo fue y dejará de estar tan contaminado por el paso funesto del hombre.
Que sea verdad lo que nos narraban nuestros abuelos de que cuando seamos grandes íbamos a entender lo complejo de vivir; que sea cierto eso de que se impondrá de nuevo el cuento de “La buena pipa” y ya no la esclavizante play station. Que sea verdad que Dios y el diablo por fin han de amigarse y que ya ni mitológicamente estaremos divididos.
Que la verdad sea duradera y que la mentira se extinga por más piadosa que ella sea; que se haga realidad el sueño de cada niño que hoy llora y grita al cielo por las injusticias de un mundo, que no solo no lo acoge sino que lo margina y expulsa, hacia un destino desolador acompañado por “paco”, por “el marciano”; y cuya “línea” siempre se pasa de un “raya”.
Que sea verdad el mundo perfecto que nos pintaban nuestros padres cuando éramos chicos; y que podamos reciclar al mundo de hoy, en pos de uno más justo y puro. Que vivir solo cueste vida y que la vida se revele en el vivir. Que sea verdad la verdad de mis palabras y que jamás piense que fue mentira lo que una vez me propuse como verdad.
Que sea verdad que ya no gritamos, sino que todos nos oímos. Que el silencio ha ganado la batalla al escándalo; que el pobre sea tan rico como el más rico y que el rico sea así de pobre como el más pobre. Que sean verdad todas aquellas mentiras que nos dijeron para ilusionarnos.
Que sea verdad que amar eternamente es posible y que ni la muerte puede apagar el fuego de los enamorados; también eso que dicen que si amas de verdad el amor trasciende las tinieblas y que el moribundo entra con miedo a la nada, agarrado de la mano de su amada…con fe, sin temor y diciendo “acá no termina la historia, esto es un hasta luego; que promete continuar”.
Que sea verdad que desaparecerá el hambre y ya ningún niño lo padecerá; que sea cierto que las guerras dejarán de ser y el mundo vivirá eternamente en paz. Que sea cierto eso de que el mundo volverá a ser hermoso como una vez lo fue y dejará de estar tan contaminado por el paso funesto del hombre.
Que sea verdad lo que nos narraban nuestros abuelos de que cuando seamos grandes íbamos a entender lo complejo de vivir; que sea cierto eso de que se impondrá de nuevo el cuento de “La buena pipa” y ya no la esclavizante play station. Que sea verdad que Dios y el diablo por fin han de amigarse y que ya ni mitológicamente estaremos divididos.
Que la verdad sea duradera y que la mentira se extinga por más piadosa que ella sea; que se haga realidad el sueño de cada niño que hoy llora y grita al cielo por las injusticias de un mundo, que no solo no lo acoge sino que lo margina y expulsa, hacia un destino desolador acompañado por “paco”, por “el marciano”; y cuya “línea” siempre se pasa de un “raya”.
Que sea verdad el mundo perfecto que nos pintaban nuestros padres cuando éramos chicos; y que podamos reciclar al mundo de hoy, en pos de uno más justo y puro. Que vivir solo cueste vida y que la vida se revele en el vivir. Que sea verdad la verdad de mis palabras y que jamás piense que fue mentira lo que una vez me propuse como verdad.