martes, 7 de octubre de 2008

RELIGIONES

Que manera de dividir a un mundo que más que divisiones necesitaría unión…que manera de querer ser “uno” cuando en realidad lo bueno seria ser “todos”…que manera de hablar de Dios desde un Dios inaplicable y tan lejano como la misma eternidad.
Por siglos las religiones se erigieron como las únicas e irremplazables y cada cual se autoproclamó como verdadera y aun más; en pos de esa verdad revelada, por entes divinos, cada cual ha cometido las mayores atrocidades de la historia del mundo…un mundo que muere en cada paso que da el hombre y que una vez ya muerto no se esmera en resucitar.
¿En donde quedó eso de “ama a tu prójimo como a ti mismo”? ¿Será que Dios se refería solamente a los de una religión? ¿O será que la idea de Dios (que obvio no supimos interpretar) era ama a todos por igual sin distinción de credos?
Que si sos musulmán no llegarás a conocer a Dios ya que has negado la luz de Cristo; si no pagas el diezmo no entrarás al cielo ya que este es visto como un “tiempo compartido”, en el que hay cuotas para alcanzarlo. Que recibir una transfusión es pecado y Dios prefiere la muerte a un traspaso de glóbulos rojos. Que el catolicismo es la única dirección hacia el edén; el resto de las religiones padecerán las tinieblas por necias y faltas de fe…¡¡¡Cuantas idioteces a las que Dios solo negaría!!!
¿Por qué no entender a las religiones como caminos alternativos hacia un mismo Dios en el que todos creemos? ¿Es tan difícil sentirse hermanos aun no rezando en el mismo idioma, o bajo otro credo, o dentro de otro templo, o con rituales distintos? ¿Acaso no son todos rituales y prácticas protocolares que sin duda Dios las saltearía a todas, para que nos quede claro el mensaje y no tanto el contexto de aquel? ¿Por qué pensar a Dios como un partido de fútbol y entenderlo como una bandera? Dios no tiene equipos, ni escudos, ni himnos, ni linaje…es simplemente Dios.
Ni Judíos, ni Católicos, ni Budistas, ni Musulmanes, ni Hindúes, ni Protestantes, ni Umbandistas…solamente hermanos; nacidos en contextos diferentes, con idiomas distintos, con culturas dispares, con ideas revueltas, con deidades similares…solamente hermanos cuyo Dios pide siempre el mismo mensaje…AMOR Y SOLO AMOR.
Evidentemente hace desde que el mundo es mundo que no supimos interpretar ese mensaje. Y hablamos de virginidad; del forro como elemento satánico; de separados y divorcios; de Mahoma, de Jesús, del Papa, del Dalái Lama, Lutero…¿Será que lo importante era el mensaje y no tanto el mensajero? Quizás cuando interpretemos que lo importante es AMAR…dejemos de dividirnos, de pelear, de guerras sin sentido, de discusiones celestiales, de encíclicas retrogradas, de dogmas infundados, de pavadas clericales…quizás nos dejemos de dividir y nos unamos en una sola religión cuyo
único mandamiento sea AMAR…un único Dios llamado AMOR…y una sola meta: el bien común.