domingo, 30 de noviembre de 2008

SOLO POLVO.

Vida nada te debo…vida he llegado al final.
Te pedí Septiembres y siempre me diste primaveras; y si padecí horrendos inviernos fue porque tal vez quise equivocarme y vivir siempre a contramano y ser rebelde a lo ortodoxo.
Te pedí un presente digno y me diste hasta un futuro; me regalaste la posibilidad de equivocarme, de fallar y poder subsanar mi error; de llorar para luego reír sobre mis lágrimas; de mirar al pasado y que siempre se me caiga una sonrisa; me diste una historia y mil hojas en blanco para poder escribirla a mi manera.
Te pedí un padre y me regalaste un maestro; me regalaste un amigo que siempre tendría 40 años más, para aconsejarme desde la experiencia; me diste un guía y un sendero al cual seguir sin titubear. Me prestaste un vigilante, que me mira y cuida desde lejos, mientras me alejo por el transcurso de tus días.
Te pedí una madre y me las diste a todas juntas dentro de una misma; un ángel que aun no estando se siente cerca, y un lugar donde se constata que las caídas son siempre amortiguadas, por el amor de sus palabras y lo calido de sus caricias.
Te pedí tan solo un sueño y me hiciste un soñador. Me regalaste un horizonte siempre inalcanzable, pero siempre me dejaste soñar con que algún día lograría alcanzarlo. Me dejaste soñar los sueños más imposibles, y más aun, hasta algunos me dejaste palparlos.
Te pedí una flor y me diste un jardín; te pedí una hoja y me diste un árbol; te pedí una luz y me mostraste el sol; te pedí un amor y me dejaste conocerla; te pedí tantas cosas que siempre me diste…que hoy hasta tengo miedo de pedir.
Te pedí libertad y me brindaste el universo; te pedí dinero y me llenaste de lujos que, en verdad, no necesitaba……pero te rogué que me salvaras y te negaste a hacerlo.
Hoy espero, vagando entre mil almas vagabundas, esa “nueva vida” de la que tanto me han hablado; esa vida, mejor a la anterior, para poder volver a empezar; hoy te ruego por una nueva posibilidad, por un nuevo comienzo; por una oportunidad, tan solo una oportunidad más. Pero tengo mucho miedo…temo que todo haya terminado, que mi vida se haya esfumado…que este sea mi eterno final. Y que sea realidad la frase que reza
“Del polvo venimos y es en él en donde acabamos”.